Energías femenina y masculina en bailarinas/es

Los seres humanos tenemos dos tipos de energías y como bailarines el equilibrar estas energías: femenina y masculina al bailar, es un proceso personal y hermoso que nos permitirá expresar de manera más completa y auténtica. A continuación te dejo algunas ideas para explorar este bello equilibrio energético:

Entendiendo las Energías:

Para comenzar… sé amable contigo mismo/a: Experimenta y explora sin juzgarte, ya que el objetivo es encontrar una forma de bailar que se sienta auténtica y completa para ti.
Al integrar conscientemente estas ideas en tu práctica de baile, podrás descubrir un equilibrio único y personal entre tus energías femenina y masculina, enriqueciendo tu expresión y disfrute del movimiento.

Energía Femenina (Yin): Se asocia con la fluidez, la receptividad, la intuición, la creatividad, la suavidad, la conexión emocional, la sensualidad y la capacidad de «ser». En el baile, esto se puede manifestar en movimientos ondulantes, suaves, expresivos, permitiendo que la música te guíe y conectando con tus emociones.

Energía Masculina (Yang): Se relaciona con la estructura, la acción, la dirección, la fuerza, la claridad, la protección y la capacidad de «hacer». En el baile, esto puede verse en movimientos definidos, fuertes, con propósito, marcando el ritmo con precisión y liderando con confianza (incluso si bailas solo/a).
Estrategias para el Equilibrio en el Baile:

Conciencia Corporal y Sensorial:

Escucha tu cuerpo: Presta atención a las sensaciones físicas mientras bailas. ¿Qué partes de tu cuerpo quieren moverse de forma suave y fluida? ¿Cuáles se sienten con más fuerza y dirección?

Conéctate con la música: Cuando estés tranquila/o, busca un lugar en dónde puedas sentir las diferentes capas de la música. ¿Hay partes que te inspiran movimientos suaves y melódicos? ¿Otras que te impulsan a movimientos más rítmicos y marcados? Permite que la música dialogue con ambas energías en ti.

Explora diferentes calidades de movimiento: Practica movimientos que sean puramente fluidos y suaves, y luego experimenta con movimientos que sean nítidos y definidos. Observa cómo se siente cada uno en tu cuerpo.

Intención y Enfoque:

Varía tu intención: En diferentes momentos de la danza, puedes enfocarte en expresar una cualidad más femenina (por ejemplo, gracia, vulnerabilidad) o más masculina (por ejemplo, determinación, poder). Juega con estas intenciones y cómo se traducen en tu movimiento.

Liderar y seguir (incluso solo/a): Si bailas solo/a, puedes practicar momentos de «liderazgo» con movimientos más directos y definidos, seguidos de momentos de «seguimiento» donde te dejas llevar por el ritmo y la sensación.

Exploración del Movimiento:

Improvisación: Dedica tiempo a la improvisación libre, permitiendo que ambas energías se manifiesten de forma espontánea. Observa qué surge naturalmente.

Diferentes estilos de baile: Algunos estilos de baile tienden a enfatizar más una energía que otra. Ya sabemos que la danza oriental conecta con nuestra feminidad; sin embargo explorar diferentes géneros (por ejemplo, danza contemporánea para la fluidez, hip-hop para la energía rítmica, tango para la conexión de roles) puede ayudarte a integrar ambas energías en tu propio movimiento.

Incorpora elementos contrastantes: Dentro de una misma coreografía o improvisación, puedes alternar movimientos suaves y fluidos con movimientos más angulares y definidos. Esto crea un dinamismo interesante y refleja el equilibrio de energías.

Conexión Emocional:

Permite la expresión de todas las emociones: No reprimas ninguna emoción mientras bailas. Tanto la vulnerabilidad como la fuerza emocional son importantes. La energía femenina puede conectar con la gama de sentimientos, mientras que la masculina puede dar estructura y expresión a esas emociones.

Prácticas de «Embodiment»:

Visualización: Antes de bailar, visualiza cómo se siente la energía femenina y masculina en tu cuerpo. Imagina cómo se mueven y cómo pueden complementarse.

Respiración: Presta atención a tu respiración. Una respiración fluida y profunda puede fomentar la conexión con la energía femenina, mientras que una respiración más enfocada puede apoyar la energía masculina.

Contacto con la tierra: Siente tus pies en el suelo. La conexión a tierra puede ayudarte a equilibrar ambas energías, proporcionando una base sólida para la expresión fluida.

¡¡¡Y recuerda…!!!

No se trata de género: Estas energías no están ligadas al género. Todas las personas tenemos ambas energías dentro de nosotros.

Es un espectro: El equilibrio no es un punto fijo, sino un rango dinámico. Habrá momentos en que una energía se sienta más presente que la otra, y eso está bien.

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Cariños, Doris Cerón Apablaza.

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